Publicado: 01/06/2012 - Actualizado: 11/11/2020
Autor: Mire Reyes
Es preocupante en la actualidad, los hábitos que están adquiriendo las futuras generaciones, las madres, están siendo conscientes de ello, pero ¿Cómo cambiar los hábitos de nuestros niños? Creo que la respuesta mas acertada es, cambiando nuestros propios hábitos.
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La importancia de que los niños coman sano
Desafortunadamente, cada vez recurrimos más a los alimentos procesados, y sin duda una de las cosas más difíciles, es enseñar a nuestros hijos a comer frutas y verduras, en especial cuando adoran esas galletitas o frituras industrializadas, generalmente más condimentados.
No obstante, esta demostrado que las dietas bajas en frutas y verduras, incluso en edades tempranas favorece un mayor riesgo de enfermedades crónicas en la adultez. Y además aumenta el riesgo de padecer obesidad, de forma tal, que la alimentación de los más pequeños, es un asunto que merece atención.
Los niños están en crecimiento y formación, depende de nosotros los padres que aprendan hábitos saludables, según estudios realizados, las dietas de las madres ejercen mayor influencia en los niños, aprendiendo de ellas a comer sanamente.
Formando hábitos de salud en los niños
Un estudio realizado en la Universidad de Michigan, arrojó que los niños cuyas madres consumían frutas y verduras menos de tres a cuatro veces a la semana, eran menos propensos a comerlas.
Otro aspecto que parece influir en la selección de los alimentos de los niños es el propio juicio de las mujeres, sobre sus hijos, juzgándolos de melindrosos o quisquillosos. Debido a que las madres, parecen no estar dispuestas a insistir en la introducción de nuevos alimentos, rindiéndose a la voluntad de los niños, que tienden a desaprobar alimentos desconocidos.
Recomendaciones en la alimentación infantil
Podemos considerar algunas recomendaciones, para incluir frutas y verduras en la alimentación infantil:
- Comer nosotros lo que queremos que nuestros hijos coman, deseamos enseñar pero, en muchas de las ocasiones nos falta aprender, los niños imitan a los padres en gran medida y si nosotros tenemos una alimentación saludable, existen mayores posibilidades de que ellos también la lleven.
- Incluye las verduras que sabes que ya le gustan, para asegurar algún consumo.
- Se paciente, cuando incluyas alguna fruta o verdura, al que el no esta acostumbrado, prueba varias preparaciones en la semana con el mismo ingrediente, y no trates de forzarlo ni gritarle, ya que convertirás la experiencia en negativa, y es más probable que se rehúse a probar el alimento.
- Si la preparación lo permite. trata de mezclar el vegetal o la fruta, junto con los alimentos que ya conocen en trozos pequeños y difíciles de separar y si no le agrada, no te desanimes, simplemente dile que lo aparte, el sabor se mezclara con los otros alimentos y es más probable que en un futuro termine aceptándolo.
- Utiliza preparaciones vistosas, recuerda que son niños y si les haces una preparación con colores estarán más dispuesto a probarla.
- No dejes de insistir, ellos deben ser expuesto al alimento hasta 15 veces si es necesario, para determinar si algo les gusta o les disgusta.
- Hazlo participe, los niños muestran mas aceptación cuando participan en la selección de alimentos y preparación de los alimentos, ya que se sienten involucrados y se entusiasman con la idea de probarlos.
Recuerda que como madres, somos el ejemplo de nuestros hijos, y no podemos pretender que ellos coman saludablemente si nosotros no lo hacemos, no se trata de exigir ni restringir, tenemos la capacidad de elegir para ellos, y tomar decisiones que los conduzcan a una alimentación sana, por su bien y por el nuestro.
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Referencias
- Daza, C., 1997. Nutrición infantil y rendimiento escolar. Colombia Médica Vol. 28, pag.92-98.
- AECOSAN, 2006. Errores frecuentes en la alimentación infantil. Programa PERSEO (Estrategia NAOS de la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición).
- Villagrán Pérez, S., et al., 2010. Hábitos y estilos de vida modificables en niños con sobrepeso y obesidad. Nutrición Hospitalaria, vol.25, nº5, pag. 823-831.
- Fretes, G., Salinas, J., Vio, F., 2013. Efecto de una intervención educativa sobre el consumo de frutas, verduras y pescado en familias de niños preescolares y escolares. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Universidad de Chile. Santiago, Chile.
- Quizán-Plata, T., et al., 2014. Programa educativo afecta positivamente en el consumo de grasas, frutas, verduras y actividad física en escolares Mexicanos. Nutrición Hospitalaria, vol. 30, nº3, pag-552-561.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 11/11/2020
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