Trastorno Dismórfico Corporal «Estoy en mi peso ideal pero me veo gordo»
Si alguna vez has mirado al espejo y sin importar que te encuentres en tu peso ideal, te sientes gorda o gordo, es probable que sufras de un trastorno dismórfico corporal. Un problema que está en nuestra mente, pero que si dejamos que progrese puede comenzar a dominar varios aspectos de nuestra vida.
Desde que somos pequeños vamos aprendiendo a reconocer nuestra imagen y no sólo eso, empezamos a juzgarnos, compararnos con otros y a medida que crecemos, desarrollamos una imagen corporal ideal en nuestra mente, influenciada muchas veces por los medios de comunicación y factores culturales, por lo que, pronto reconoceremos algunas particularidades como “defectos” y, esto puede desencadenar en conflictos que pongan en riesgo nuestra salud.
El trastorno dismórfico corporal ocurre cuando, pese a tener un peso saludable, o una imagen saludable, percibimos otra imagen de nosotros, en el caso del peso, un claro ejemplo son aquellas personas que sufren anorexia y al mirarse al espejo son incapaces de ver el grado de desnutrición que padecen, ya que en su percepción, siguen luciendo un sobrepeso.
Causas del Trastorno Dismórfico Corporal: influencia de las etapas tempranas
Hace varias generaciones, la industria de la moda y los medios de comunicación han promovido una figura poco saludable, muchas veces con un peso debajo de lo recomendado.
El problema es, que siendo jóvenes somos vulnerables a tratar de imitar aquello que consideramos ideal y poner en riesgo nuestra salud, pero aún más riesgoso es cuando desarrollamos un comportamiento obsesivo y perdemos la noción de cómo luce nuestro cuerpo.
A pesar de que, todos estamos expuestos a este tipo de influencia, los expertos sugieren que, algunos tipos de personalidades son más susceptibles a desarrollar un problema en su percepción corporal.
Si estas siendo muy crítico con tu cuerpo y te comparas con frecuencia con tu ideal, considera la posibilidad de tener un problema con tu imagen corporal.
Trastorno dismórfico corporal: ¿por qué me veo gordo si estoy en mi peso ideal?
En un estudio en el que se valoraron estudiantes universitarios, se encontró que casi el 75% de las estudiantes juzgaban su cuerpo con sobrepeso pese a encontrarse en un rango de peso saludable.
Es un porcentaje muy alto que debería resultar alarmante, ya que quiere decir que los jóvenes son susceptibles a percibir su imagen corporal erróneamente.
¿Porqué no podemos ver nuestro cuerpo delgado si sufrimos un Trastorno Dismórfico Corporal?
Se trata de un problema psicológico, para el cuál será necesario recurrir a una terapia. En la mayoría de los casos, la terapia cognitivo conductual ha sido de gran ayuda para poder cambiar la forma en la que percibimos nuestro cuerpo.
Existen otras terapias que pueden ser útiles para cambiar la forma en que percibimos nuestra imagen, dependiendo de nuestra condición pueden ser recomendadas por nuestro terapeuta.
” y al ser incapaces de percibir nuestra imagen cuando es saludable.
Evaluación nutricional como herramienta para el tratamiento de un Trastorno Dismórfico Corporal
Muchas personas que sufren de distorsión corporal se sorprenden al descubrir que en realidad tienen un peso saludable, por lo que se recomienda una asesoría personal para conocer nuestro estado nutricional y comprobar que en verdad estemos ante un caso de sobrepeso o de obesidad.
En caso de que nuestro diagnóstico sea un peso saludable y sigamos percibiendo lo contrario, es importante consultar con el nutriólogo sobre este problema, posiblemente nos pueda orientar sobre como mejorar nuestra apariencia de forma saludable sin necesidad de poner en riesgo nuestra salud ni perder más peso del recomendado. Por otro lado, una asesoría especializada puede sernos útil para evaluar la calidad de nuestra dieta y corregir errores en la alimentación si es que están ocurriendo.
Consecuencias para la salud del trastorno dismórfico corporal
Existen personas que son naturalmente delgadas debido a un metabolismo acelerado, sin embargo, para la mayoría de nosotros, un peso muy bajo puede poner en riesgo nuestra salud y calidad de vida.
Gracias a los medios, hemos creído que el peso bajo es el ideal sin tomar en cuenta las consecuencias que esto podría traernos en salud.
No debemos pasar por alto un problema de distorsión corporal, pues, esto a la larga puede conducirnos a desarrollar trastornos alimentarios en la búsqueda por tener el cuerpo “perfecto
Consecuencias de la distorsión de nuestra imagen
Omitir o ignorar nuestros problemas para ser capaces de visualizar nuestra imagen correctamente puede ser un verdadero riesgo.
En primer lugar, nuestra autoestima puede verse seriamente afectada al no poder sentirnos cómodos con nuestro cuerpo sin importar que nuestro peso y estado sea perfectamente saludables, lamentablemente, creemos que la solución se encuentra en perder más peso sin darnos cuenta del verdadero problema.
Existe una conexión entre nuestra incapacidad para percibir nuestra imagen saludable y los trastornos de alimentación, por lo que, es posible que al no conseguir vernos más delgad@s empecemos a desarrollar problemas de alimentación, comiendo menos, ejercitándonos más, o desarrollando conductas que bien pueden parte de un trastorno de bulimia o anorexia, ya que, sin importar cuán delgados estemos, no podremos percibirlo frente al espejo.
Es posible que si padecemos de esta distorsión, no seamos capaces de superarla por nosotros mismos, por lo que, es importante atenderlo antes de que nos lleve a desarrollar problemas más serios de salud.
Referencias
- Salaberría, K. et al., 2000. Tratamiento del trastorno dismórfico corporal: una revisión crítica. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, vol. 5 (1), pag. 27-43.
- Behara R. Arancibiaa M. 2007. Trastornos de la imagen corporal: anorexia nerviosa versus anorexia inversa (trastorno dismórfico muscular). Revista mexicana de trastornos alimentarios, vol. 6 (2), pag. 121-128.
- Arab López, E., 2010. Trastorno dismórfico corporal: ¿temor a la fealdad, obsesión por la belleza, síntoma o enfermedad? Actas de Reuniones Clínicas, vol. 10 (5), e4522.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 10/11/2020