Basado en estudios científicos

¿Por qué fracasan las dietas? 5 razones por las que no funcionan las dietas para adelgazar

Publicado: 16/09/2015 - Actualizado: 11/11/2020

Hoy en día, con el interés que existe acerca de educar y aprender sobre nutrición, la mayoría de nosotros ya somos capaces de evaluar nuestra dieta a grandes rasgos, es decir, sabemos que estamos comiendo mal y poco saludable.

Los indicadores de una mala dieta no sólo es el peso, pues la mala digestión y trastornos del sueño también pueden ser generados por una alimentación de mala calidad, sin embargo, muchos de nosotros pasamos por alto estos síntomas o problemas y pocas veces los relacionamos con lo que estamos comiendo.

Cuando sabemos que nuestra alimentación nos perjudica, la respuesta más obvia a nuestros problemas de salud, evidentemente consiste en hacer cambios dietéticos, no obstante, la mayoría de nosotros nos resistimos.

1. Trabajo y Falta de tiempo

Una de las razones por las que usualmente postergamos el inicio de la dieta o de nuestros cambios en la alimentación, es por la falta de tiempo.

Hacer cambios en nuestra alimentación muchas veces implica que nosotros preparemos nuestros alimentos, actividad que puede requerir tiempo, especialmente si tenemos que cambiar nuestras recetas.

También hay que recordar que por cuestiones de trabajo muchas personas optan por comer fuera de casa, lo que puede ser complicado si queremos cuidar nuestra dieta.

Solución: A veces no es falta de tiempo, sino falta de nuestra administración del mismo, hacer una planeación de menú semanal y programarnos para cocinar si es necesario un día antes, suele ser la mejor manera de combatir la falta de tiempo.

2. Estrés

El estrés puede estar derivado del trabajo o de problemas personales y adoptar una nueva alimentación o cuidar nuestra dieta puede ser otra situación estresante, especialmente si nos enfocamos en alcanzar una meta en poco tiempo, ya que los resultados son variables, dependiendo del metabolismo de cada quien y de las opciones que utilicemos para alcanzar nuestra dieta.

Solución: Seamos conscientes de que los cambios y resultados serán variables, recordemos que la dieta es para nuestro bien, y aunque se trate de un cambio, sus beneficios son muchos.

Si nos resulta muy estresante, empecemos con pequeños cambios, como eliminar algún alimento perjudicial de nuestra dieta semana a semana.

3. Resistencia a dejar algún alimento

A veces con solo pensar que debemos dejar de comer un alimento nos resistimos a cambiar nuestra alimentación, por ejemplo, si nos encanta el pan, pensar en sólo dejar de consumirlo resulta un gran desanimo para tratar de cambiar nuestra alimentación.

La verdad es que a muchos de nosotros nos representa un gran sacrificio abandonar esos alimentos que son un gusto para nosotros.

Solución: No todos los alimentos que nos gustan tienen que estar prohibidos, por ejemplo, el chocolate puede ser saludable si se consume oscuro y en pequeñas cantidades, si hay algún alimento causante de que no hayamos iniciado cambios en nuestra alimentación.

La mayoría de los alimentos que nos agradan pero no son tan beneficiosos para nuestra salud pueden incluirse de vez en cuando en nuestra dieta, y en pequeñas cantidades, así que no debe ser una razón para que no hagamos cambios dietéticos.

4. Depresión y apatía

Un gran motivo por el que no iniciamos nuestra dieta es porque nos damos por vencidos antes de intentarlo. La obesidad y una alimentación de calidad pobre pueden estar relacionadas  con la depresión ya que muchas veces es un círculo vicioso, nos sentimos tristes y frustrados por no poder cuidar nuestra dieta, y al mismo tiempo estos sentimientos nos hacen comer en exceso.

A veces, nos resignamos a tener un peso poco saludable y aunque la situación empeore, no hacemos nada para oponernos debido a que hemos perdido el interés y la confianza en nosotros mismos.

Solución: Sin importar el origen de estos sentimientos, es recomendable encontrar la causa para poder hacerle frente, ya sea que la comida alivie nuestro vacío emocional o bien, hayamos perdido la esperanza en perder peso, es importante saber que nuestro mayor obstáculo entre nuestra meta y nosotros, somos nosotros mismos.

Si no podemos superar esta apatía y depresión, se aconseja consultar a un especialista para que nos ayude a resolver estos sentimientos.

5. Falta de apoyo en la dieta

A veces queremos hacer cambios en nuestra alimentación, pero por desgracia nuestra familia o cercanos, no quieren compartir estos cambios lo que se vuelve un gran problema si compartimos nuestros alimentos, muchas veces incluso pueden ser influencias desmoralizantes que sólo retrasan nuestra decisión de ser más saludable.

Solución: Compartir con nuestros amigos cercanos  y familiares la decisión de cuidar de nuestra salud y recalcar la importancia que significaría su apoyo.

¿Cómo motivarse para empezar la dieta ahora?

Muchos de nosotros retrasamos el momento de empezar la dieta tenemos la sensación de que 5 kilos extra «no es gran cosa”, y que en un par de días podemos perder ese peso

Sin embargo, retardar nuestra decisión de cuidar de nuestra alimentación puede generar una ganancia de peso cada vez mayor, hasta que nuestra meta de 5 kilos, se haya vuelto 10, o 15 kg, aunque sea un poco extremistas, estas situaciones ocurren con frecuencia cuando decidimos postergar los cambios de hábitos.

A medida que ganamos más peso, la meta también parece más lejana, lo que contribuye a que tengamos menos interés en iniciar nuestra pérdida de peso.

Referencias

  1. Lazarus, R.S., 1998. Estrés y Emoción. Manejo e implicaciones en nuestra salud. Ed. Desclée de Brouwe.
  2. Silvestri, E. & Stavile, A.E., 2005. Aspectos psicológicos de la obesidad. Tabajo Final del Pogrado en Obesidad. Universidad Favaloro, Argentina.
  3. C.Calderón, M.ª Forns y V. Varea, 2010. Implicación de la ansiedad y la depresión en los trastornos de alimentación de jóvenes con obesidad. Nutrición Hospitalaria, vol.25 (4), pag. 641-647.

Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 11/11/2020

Acerca del autor
  • Mire Reyes

    Dietista y Nutriologa. Especialista en control de peso. Licenciada en nutrición por la Universidad del Valle de Atemajac. Tras años de tratar pacientes, llegó a la conclusión de que la orientación nutricional debe ser accesible para todas las personas. Por eso escribe en internet, divulgando conocimientos y buenas prácticas sobre nutrición y dietética. Mas información sobre su curriculum en Linkedin.