Publicado: 15/08/2012 - Actualizado: 11/11/2020
Autor: Mire Reyes
Me han hecho esta pregunta de muchas formas, ¿el ejercicio nos protege de enfermedades aunque esté obeso?, ¿se pueden evitar los riesgos de la obesidad, haciendo ejercicio?, pues la respuesta la respuesta ya nos la han dado algunos científicos.
Aunque muchos de nosotros probablemente deseáramos que así fuera, esta creencia es un mito. Estar obeso y hacer ejercicio, no necesariamente significa que estamos sanos, o que lo estaremos, aunque si es un apoyo.
El peso es más determinante que el ejercicio
Un estudio realizado en Harvard demostró, que las mujeres con sobrepeso que practicaban ejercicio o actividad física regular, tenían un 54% de probabilidades de padecer alguna enfermedad cardíaca. Mientras que las obesas activas, tenían un 87% de desarrollar enfermedad cardíaca.
El riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca, en las mujeres con sobrepeso e inactivas es del 88%, mientras que en las mujeres obesas inactivas es de un 250%, prácticamente un riesgo seguro.
Si sacamos las cuentas, el ejercicio definitivamente ayudo, más no es la solución total para disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Bajar de peso o enfermar
Muchas personas, prefieren practicar una actividad física, antes que llevar a cabo un programa nutricional correcto, para perder peso. Hay que reconocer que, el hacer o practicar algún deporte o actividad física, es sin duda, un paso hacia la salud, una acción favorable, pero no por ello podemos restarle la importancia a un peso saludable o ideal, y por lo tanto debemos cuidar también de nuestra alimentación y tratar de alcanzar nuestro peso, si esperamos contar con salud o reducir los riesgos.
La razón se piensa que esta en el tejido adiposo, ya que este secreta sustancias nocivas, que accionan los procesos inflamatorios, que aceleran la arteroesclerosis y contribuyen a una variedad de dolencias, como la diabetes, enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares, osteoartritis y ciertos cánceres.
El primer paso para mejorar salud cardíaca es dejar de vivir en la negación sobre los riesgos del exceso de peso. Después, reconocer que el ejercicio más una dieta adecuada, es la fórmula más efectiva para perder peso: En un estudio de un año, los que combinaron el buen estado físico con el control de calorías perdieron 20 libras contra 6 libras con ejercicio solamente.
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Una buena estrategia es incluir bastantes frutas y verduras en nuestra dieta, entre otros consejos, ya que estas son ricas en fibra dietética, que nos dan la sensación de saciedad, y nos ayudan a evitar que comamos de más, alimentos que no son de bajo contenido calórico, además de mantener una buena hidratación.
El ejercicio sin embargo es el complemento ideal de toda dieta, y realizarlo está por demás recomendado, recuerda que para acelerar la pérdida de peso, la actividad física recomendada, es una actividad física cardiovascular o aeróbica, una excelente actividad que puede ser útil para todas las edades, es caminar, lo podemos practicar en casi cualquier lugar, debe ser constante, es decir, realizarlo tres veces a la semana, y durante 30 minutos a una hora como mínimo, para que este sea constante, y poder así disfrutar de todos sus beneficios.
Referencias
- Wong On, M., Murillo Cuzza, G., 2004. Fundamentos fisiopatológicos de la obesidad y su relación con el ejercicio. Acta Médica Costarricense, vol. 46, supl. 1.
- Márquez, J. J., García, V., et al, 2012. Ejercicio y prevención de obesidad y diabetes mellitus gestacional. Revista chilena de obstetricia y ginecología, vol. 77, nº 5.
- Carlos Jorquera, A., Cancino, J., 2012. Ejercicio, Obesidad y Sindrome Metabólico. Revista Médica Clínica Las Condes, vol. 23, pag. 227-235.
- Moreno, L.A., Gracia Marco, L., 2012. Prevención de la obesidad desde la actividad física: del discurso teórico a la práctica. Anales de Pediatría, vol. 77, pag. 136.e1-136.e6.
- Sánchez Ortega, L., Sánchez Juan, C., et al, 2014. Valoración de un programa de ejercicio físico estructurado en pacientes con obesidad mórbida pendientes de cirugía bariátrica. Nutrición Hospitalaria, vol. 29, nº 1.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 11/11/2020
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