Publicado: 04/05/2013 - Actualizado: 09/03/2021
Autor: Mire Reyes
¿Alcanzaste tu peso ideal, pero ahora temes al recuperarlo? Y es que es la historia de nuestra vida “bajamos” “comemos” y “subimos”, poco a poco, un kilo tras otro, se van acumulando en nuestro cuerpo y las dietas lejos de ser la solución, parecen agravar el problema.
¿Qué es el efecto rebote?
También conocido como efecto “yo-yo” se trata nada más y nada menos que de recuperar el peso perdido, y más de un 6% extra.
Cualquier método que te haga perder peso rápidamente tendrá implícito un efecto rebote. ¿Por qué? Desafortunadamente cuando forzamos a nuestro cuerpo para perder peso, lo conseguimos, sí, pero es perdiendo en su mayoría músculo, y vuelvo a insistir, el músculo, no es y nunca será considerado obesidad, de hecho, el músculo favorece un metabolismo rápido, pero cuando lo perdemos podemos decir, que nuestro metabolismo se vuelve “lento”. De tal forma, al comer lo mismo que antes, tu cuerpo lo aprovecha más, porque su taza metabólica es menor, lo que favorece a la acumulación de grasas, en conclusión, no sólo vas a recuperar tu peso anterior sino que vas a ganar más peso que el que antes tenías.
¿Cómo evitarlo?
No hagas dieta y con esto no digo que no te preocupes por tu peso, sino que adoptes un nuevo estilo de vida, los hábitos de alimentación saludables son la respuesta.
Si quieres perder peso, entonces hazte calcular una dieta, que aunque eficaz, no sobrepase una pérdida de peso de 500 gramos a 1 kilo por semana, ya que éstas evitan la pérdida de músculo. O bien, realiza una rutina de pesas junto con tu ejercicio para preservar el músculo.
No te desanimes, si bajaste de peso con las opciones equivocadas (píldoras, dietas rápidas, etc) aún puedes evitar el efecto “yo-yo”, lo que tienes que hacer, es decidirte y cambiar tus hábitos de alimentación permanentemente, con esto conseguirás, mantenerte.
¡No vuelvas a tus hábitos anteriores! Yo sé que después de todo el trabajo que nos costó bajar de peso, decimos ¿Qué tanto es tantito?, y comenzamos a comer de nuevo todo aquello que tenías prohibido y habíamos evitado, no es lo más indicado, porque esto nos abrirá el apetito.
Es por eso que lo mejor es llevar a cabo una dieta que no sea tan prohibitiva ni extrema, es decir, hagas lo que hagas para adelgazar, “no pases hambre”.
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Si has superado una dieta rápida, pero crees que ya no puedes más y piensas volver a tus antiguos hábitos recapacita, es el camino directo al círculo vicioso de adelgazar y ganar peso. Vas a encontrar muchas dietas para perder peso, pero no te asustes, no tienes por qué seguir igual para mantenerte, una dieta de mantenimiento es más libre, sin embargo, es necesario que recurras a un especialista o bien trata de seguir las siguientes reglas:
¿Cómo mantener el peso y no recuperar?
- No abuses de los azúcares, evita endulzar tus alimentos y bebidas
- Dile “No” a las bebidas gaseosas, incluso las lights, aunque estas últimas puedes beber ocasionalmente.
- Evita las harinas y cereales refinados, prefiere las pastas, panes, cereales, harinas y galletas integrales y consúmelos con moderación.
- Cocina con poca grasa, utiliza mayormente aceites vegetales, de preferencia extra virgen.
- No pases más de 4 horas de ayuno entre cada comida del día
- Evita las frituras, galletitas y pastelillos industrializados, y todos esos refrigerios que no nos hacen bien.
- Prefiere el agua natural, y bebe alrededor de dos litros al día.
- Date un respiro, uno o dos días de la semana, y cambia el menú por algo que te agrade sin abusar en cantidad.
- ¡Haz ejercicio! Inscríbete a un gimnasio, sal a caminar, juega algún deporte, sea cual sea el ejercicio que elijas, adopta una rutina, y realízala con regularidad.
Referencias
- Amigo Vázquez, I., et al., 2005. Creencias sobre las estrategias para el control del peso. Psicothema 2005. Vol. 17, nº 3, pp. 418-421
- Gutiérrez Ruvalcaba, C., et al. , 2009. Consumo de refrescos y riesgo de obesidad en adolescentes de Guadalajara, México. Boletín Médico del Hospital Infantil de México, vol.66, pag. 522-528.
- Sánchez Benito, J.L., 2009. Efectos del ejercicio físico y una dieta saludable. Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria, vol. 22, nº1, pag. 20-26.
- Torres Luque, G., et al., 2010. Papel del ejercicio físico en la prevención y tratamiento de la obesidad en adultos. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, nº 18, pag. 47-51.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 09/03/2021
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