Desayunos, comidas, las salidas al cine, al café, en casa, no importa el lugar, cuando estamos en compañía. Cuando hay amigos cerca y comidas es una terrible combinación, en especial si estamos bajo un régimen de alimentación, decir “no” se vuelve una tarea muy difícil, por cuestiones de vergüenza, o simplemente porque queremos compartir una comida agradable con esas personas.
Sea cual sea el motivo, comer acompañado es agradable, pero si llevamos un régimen de alimentación, es posible que sea una razón para romperlo.
La amiga delgada, más peligrosa
Apuesto a que todos y cada uno de nosotros tenemos un amigo o amiga que es muy delgada, y que además se puede dar el lujo de comer todo lo que ella quiera. Bueno, pues si no te has dado cuenta, seguramente cuando estás con ella, puedes llegar a comer más de lo que acostumbras, o es mucho más sencillo romper nuestra dieta a su lado.
Seguramente, jamás se nos habría ocurrido, para todos nosotros es más fácil creer que nuestras amistades con sobrepeso, nos pueden llevar a ganar peso, lo cual es totalmente incierto de acuerdo a un estudio, realizado en una población joven, por ejemplo, yo tengo cierta amiga, que padece de sobrepeso, y cuando salimos juntas a comer, nunca tiendo a comer de “más” contrario a lo que muchos podríamos pensar.
En cambio, la amiga delgada, que goza de unos provechosos genes, y come todo lo que se le antoja, puede ser la persona más peligrosa con la que podemos salir a comer. ¿Pero a qué se debe esto?
Simple y sencillamente a que nuestro pensamiento responde a una clara primicia “si ella puede comer todo eso, y estar delgada, ¿Por qué yo no?”, la respuesta es que nuestros metabolismos son diferentes, no obstante, nuestra respuesta es automática, y ni siquiera estamos conscientes de este pensamiento, pero nos permitimos comer más. Es muy interesante ver, como los participantes del estudio, comían más caramelos, junto a la persona delgada, que con la investigadora con sobrepeso, y propone que esto ocurre en la mayoría de los casos.
Es mejor juntos
Así como nuestros amigos, pueden ser nuestros “enemigos” cuando estamos llevando un plan de alimentación para bajar de peso, también pueden ser los mejores aliados, si hacen un acuerdo, y todos adoptan un régimen de alimentación, la pérdida de peso, se vuelve divertida, la competencia saludable, también nos puede ayudar a alcanzar la meta más pronto, sin duda, nos aportan mucha ventaja, el compañerismo, nos motiva, y también puede ser una razón de que no rompamos la dieta.
La actividad física en compañía también es recomendable, nos ofrece la posibilidad de formar equipos y practicar deportes mixtos, lo cual nos ayuda a liberar estrés, a fortalecer nuestra amistad y compartir nuestra experiencia de éxito puede ser aliciente para bajar más ¿No te parece más divertido involucrarse en un equipo de amigos con una meta en común?
Recomendaciones cuando se está en compañía
Si vas a salir con amigos, la sugerencia no es dejar de compartir, la mejor forma es proponer lugares en los que puedes elegir alimentos que tienes permitidos, comer en poca cantidad, trata de moderarte, y tomar algo mas ligero quizás, en los horarios que te corresponden de comidas, como una ensalada, selecciona bebidas libres de alcohol o poco endulzadas, el agua natural es casi siempre la mejor opción, mastica bien tus alimentos, comer lento te ayudará a no comer en exceso.
Si a mi tambien me pasa, pero voy a seguir estos consejos para no sentir que puedo comer mas cuando estoy con mas gente.
Adeás, los amigos suelen tener hábitos alimentarios muy diferentes a los nuestros, y a algunos hasta pueden odiar las comidas saludables, por lo que si nos dejamos llevar, podrían generarse cambios de hábitos negativos para nosotros, aunque yo creo que esto si somos conscientes no debe ocurrir, pues ocasionalmente no representa un riego, saludos!
Me alegra mucho, todos tenemos esos periodos en los que se nos antojan justamente las cosas que no deberiamos consumir, y siempre hay un compañero o amigo que nos incite a comer más o lo que no deberiamos, sin embargo, creo que no debemos ser tan estrictos y permitirnos ocasionalmente esas salidas y esas tomas de alimentos, aunque no debemos caer en el exceso, saludos!
Quién no ha pasado por eso, ahorita mismo no sé por qué si es por ansiedad o por estrés me dan ganas de ir a una dulcería, pero no, acabo de comer un plátano, me dio el sabor dulce y me hizo sentir satsifecha, así que logré no caer en la tentación 😛
Tienes mucha razón Sally, a mi también me ha ocurrido lo mismo, y es muy difícil resistirse a este tipo de tentaciones, creo que nos lo podemos permitir una o dos veces a la semana, pero cuando es tan seguido, lo recomendable es proponer opciones más saludables, o en el peor de los casos decir que no, como dices, hay que ser más fuertes por salud! 🙂
Es totalmente cierto y falta el plan de la oficina, cuando una amiga se antoja de comer algo, contagia y anima a la otra y entre todas al final resuelven pedir por delivery algún postre rico para pasar la tarde, eso me ha pasado muchas veces, por qué no pedimos una tortita chicas, un postre tres leches o tal o cual cosa, sí que en grupo nos dan más ganas de comer y a veces caemos a la tentación. hay que aprender a ser más fuertes por salud!