Publicado: 15/06/2012 - Actualizado: 11/11/2020
Autor: Mire Reyes
Cuando se habla de cirugías estéticas, hablamos de modificar nuestros cuerpos, de cambiar nuestra silueta, de quitar la grasita y esas llantitas que no nos gustan, todo sea por la belleza, pero ¿hasta donde son saludables estas cirugías?
Ciertamente es un tema muy controvertido, hace algunos años atrás, las cirugías plásticas, eran vistas como tabú, se hablaba en secreto de ellas, y se eran muy discretos al respecto, sin embargo, hoy en día podemos ver incluso en la televisión, programas plagados de cirugías estéticas, de cómo es el proceso inicial, hasta el resultado final, incluso, seguramente, tienes una o más amigas que se hayan sometido al bisturí para alcanzar el ideal de belleza.
Las cirugías plásticas, se han vuelto un tema de conversación muy usual, y aquellos que recurren a ella en una o más ocasiones, las presumen como logros. Hoy en día, muchas mujeres y hombres acuden al cirujano plástico para corregir o arreglar algo que no nos guste, buscando por supuesto realización personal y bienestar.
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¿Te harías alguna de estas cirugías estéticas para perder peso?
En ocasiones, me he planteado está pregunta, todos nosotros queremos cambiar algo de nuestro cuerpo, y aunque estoy a favor de algunas de éstas cirugías, considero que la mayoría de las cirugías estéticas no deberían ser llevadas a cabo. En especial, las que nos prometen ser el remedio contra la obesidad.
Una de las cirugías estéticas mas populares es la famosa lipectomía, ojo, hombres y mujeres se las realizan por igual, consiste en eliminar la grasa del abdomen, y el exceso de piel, se realiza una incisión que se prolonga hacia las caderas, dependiendo del sobrante de piel, y la cantidad de masa grasa. Los resultados son casi siempre satisfactorios, sin embargo, no debería ser una cirugía para tratar la obesidad, como muchas personas se las realizan, y el ombligo debe ser reconstruido en la mayoría de los casos, si no es que en todos los casos. Por experiencia, ninguna de mis conocidas, han quedado satisfechas con el aspecto de su ombligo tras la operación, no obstante, estoy segura de que habrá casos, en que la cirugía queda perfecta.
La liposucción, contrario a lo que muchos podrían llegar a pensar, no es un tratamiento para la obesidad, de hecho, la liposucción, no llega a retirar más de 6 Kg. de grasa, sin embargo, con esta técnica, se puede llegar a esculpir el cuerpo como «lo queríamos», es apropiado para las mujeres u hombres que solo tengan unas llantitas que quieran eliminar, y las personas que padecen obesidad, no son candidatos, no obstante ¿Qué ocurre cuando volvemos a subir de peso? Y es que, si no cambiamos nuestros hábitos de alimentación, la adiposidad va a regresar, y no son buenas noticias.
Cuando la grasa vuelve
Un estudio, demostró que los pacientes, que se sometieron a liposucción o que removieron la grasa de su abdomen, también ganaban peso, pero, la grasa se iba a otras zonas, y no a las que fueron operadas, es decir, sus brazos se volvieron depósitos de grasa, al igual que su espalda, y la zona superior de su cuerpo.
Para aquellas mujeres, que recibieron liposucción en caderas y abdomen, fue el mismo caso, el cuerpo, controla el numero de adipositos, y cuando un adiposito muere lo reemplaza, sin embargo con estas técnicas el tejido queda tan dañado, que el cuerpo es incapaz de volver a formar células adipositas en esa zona, regenerándose en brazos, espalda, u otras zonas que no fueron sometidas al tratamiento.
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Riesgo-beneficio
Creo que, antes de someternos a un procedimiento de este tipo, tan agresivo, debemos probar con las alternativas naturales, las cirugias estéticas siempre, deben ser nuestra ultima opción, podrán ser eficaces, pero se habla de ser sometidos a anestesia, lo cual ya de por sí es un riesgo, y de exponernos a infecciones, a reacciones secundarias, y a daños colaterales que nos pueden acompañar el resto de nuestras vidas.
Me parece que las cirugías estéticas son bastante válidas, pero que no debemos de optar por ellas, si no sabemos los riesgos que estamos enfrentando, y mucho menos, elegirlas por ser la «salida fácil», es decir, ¿no te parece mejor hacer dieta y ejercicio?, combinar ambos, nos puede ayudar a conseguir o acercarnos a la figura que queremos, es mucho más económico, y más duradero, además de que no es necesario recuperación, es la forma natural que nuestro cuerpo nos agradecerá. ¡Me encantaría saber su opinión respecto al tema!
Referencias
- Sánchez Benito, J. L., 2009. Efectos del ejercicio físico y una dieta saludable. Nutrición clínica y dietética hospitalaria, vol. 29(1), pag. 46-53.
- Baltasar, A., et al, 2009. Índice de masa corporal esperable tras cirugía bariátrica. Cirugía Española, vol. 86, pag. 308-312.
- Alzate Yepes, T., 2009. Cuerpo tirano y tiranizado. Educación Física y Deporte, vol. 28, nº 1, pag. 115-121.
- Córdoba, M., 2010. La cirugía estética como práctica sociocultural distintiva: un lacerante encuentro entre corporeidad e imaginario social. Revista Latinoamericana de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad, nº 2.
- Cabarcas Acosta, K. L., Londoño Pérez, C., 2014. Trastornos de la conducta alimentaria, imagen corporal, afrontamiento y optimismo como predictores de aceptación de cirugías plásticas cosméticas. Psicología y salud, vol. 24, nº 2.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 11/11/2020
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